Tras la entrada en vigor del Estado de alarma a través del Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo y sus sucesivas prórrogas, una de las primeras dudas que, en relación con las comunidades de propietarios y la Propiedad Horizontal, surgió fue qué ocurriría con las juntas generales convocadas o que estaban en proyecto de realizar.
El Consejo General de Colegios Administradores de Fincas fue taxativo indicando que, a su juicio, todas las juntas deberían aplazarse, y considerar los presupuestos y los cargos prorrogados.
La situación de incertidumbre sobre la desescalada y la vuelta a la normalidad, genera dudas sobre si deberían articular nuevas fórmulas, para aquellas cuestiones urgentes que no se encuentren dentro del artículo 10. 1 de la Ley de Propiedad Horizontal.
Puesto que las reuniones en persona están prohibidas, se podrían aplicar, en casos de urgencia justificada o necesidad imperiosa, soluciones que sirvan para poder tomar esas decisiones:
Reuniones telemáticas.- Sin duda, parece el futuro para las reuniones de propiedad horizontal, pero esta transición debe hacerse de manera ordenada. La posibilidad de celebrar las reuniones a través de videoconferencia, avalada ya por la doctrina, necesitaría de una reforma que adaptara la LPH a la época actual. Es probable que, después de este confinamiento, ciertas leyes obsoletas puedan dar este paso, teniendo en cuenta que, por ejemplo, ciertas juntas de empresas, incluso cotizadas, se están realizando de esta manera.
Hasta que esto ocurra, entendemos que, por seguridad jurídica, la implementación de esta medida debe aprobarse previamente en junta y figurar en los Estatutos de la comunidad. Consideramos que debe considerarse una opción subsidiaria a la posibilidad de realizarlas en persona y contando siempre con los medios logísticos y técnicos necesarios que permitan una adecuada adopción de acuerdos.
En ningún caso esto significaría realizar una reunión en streaming donde gente representada pudiera también ver la reunión. La doctrina está, por el momento, posicionada contra esta posibilidad.
Tiempos difíciles necesitan de actuaciones proactivas que intenten dar solución a los problemas que surgen y a los que nunca nos habíamos enfrentado.